Contemplación del caos

Comienzo a mostrar la nueva serie de pinturas «Contemplación del caos» de 2023. Surge después de un periodo de profunda reflexión tras completar mi anterior trabajo «Las guerras del ego» también de 2023. 

Ambas series son una exploración sobre la compleja mente humana, tanto a nivel individual como colectivo. Pretenden reflejar la lucha interna que todos llevamos dentro y las consecuencias globales de dejar que nuestras batallas internas dominen nuestro actuar. 

A lo largo de la historia hemos repetido patrones mentales errados una y otra vez. Intentamos solucionar los conflictos externos matándonos entre nosotros, ya sea por religión, poder, recursos o simples ideas controvertidas. Pero seguimos sin ser capaces de mirar profundamente dentro de nosotros mismos y trascender estas disputas sin sentido que nos desgarran como especie. 

Seguimos aferrándonos al egoísmo y la separación a pesar de que, en el fondo, sabemos que todos estamos juntos en esto, navegando este inmenso universo en la misma frágil embarcación. Una embarcación alumbrada y protegida por esa gran farola llamada Sol, fuente de toda vida. 

Quizás algún día la humanidad despierte y comprenda que todos somos uno. Que sólo juntos podremos trascender nuestras limitaciones actuales y cumplir nuestro verdadero potencial. Hasta ese momento, seguiré intentando reflejar esta lucha a través de mi arte, con la esperanza de despertar conciencias y provocar la reflexión que tanta falta nos hace.

Aquí una continuación profundizando más en los temas planteados:

La serie «Contemplación del caos» capta la turbulencia de nuestra era actual. Retrata el efecto dominó de las acciones egoístas y la miopía colectiva. Como pintor, busco provocar una introspección sincera que conduzca a un despertar. 

Siento que la humanidad se encuentra en un punto crucial de su historia. Hemos alcanzado grandes avances tecnológicos, pero nuestra sabiduría y compasión no han crecido al mismo ritmo. Seguimos repitiendo los errores del pasado una y otra vez, enzarzándonos en odios ancestrales y luchas de poder absurdas.

Mientras tanto, amenazas existenciales como el cambio climático, la desigualdad económica y el agotamiento de recursos ponen en juego nuestro futuro como especie. ¿Seremos lo suficientemente sensatos para unirnos ante estos desafíos comunes? ¿O permitiremos que nuestros impulsos egoístas de codicia y dominación nos lleven a la autodestrucción? 

Aún guardo la esperanza de que la humanidad despierte y recuerde que, más allá de fronteras y diferencias superficiales, todos compartimos un origen común y un destino indivisible. Que comprendamos que dañar a otro es dañarnos a nosotros mismos. Y que actuemos en consecuencia, con compasión y sabiduría.

Mientras ese día llega, yo seguiré intentando sembrar semillas de consciencia a través de mi arte. Para inspirar la auto-reflexión y recordar que, si queremos un futuro, debemos evolucionar más allá de esta perpetua lucha interna que nos carcome. Tenemos un gran potencial latente, pero depende de nosotros cultivarlo.

Juakín, 23/10/2023

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